jueves, 30 de abril de 2020
DEL TIEMPO LA ESCLAVA PERDIÓ LA VIDA (Ensayo filosófico)
lunes, 20 de abril de 2020
DE LA LETRA A LA PALABRA (Ensayo crítico)
Existen individuos que persiguen
convicciones alejadas del interés o prestigio social, con ideas que para la
mayoría no deberían ser pensadas, valoradas o que pudieran suponer un
desperdicio del tiempo recreativo. La realidad es que poco entendemos que busca
cada persona para satisfacer una idea existencial, sin embargo, resultaría
sencillo enumerar una lista de actividades cognitivas poco atractivas para una
mayoría y que solo un puñado de personas podrán satisfacerse de ellas, sospecho
sin temor a equivocarme, que el mundo de la redacción tendría bien reservado un
lugar en los primeros cinco puestos de tan lamentable lista.
Resulta complicado
otorgarle valor a un medio de expresión que ha perdido popularidad, en un mundo
donde las tendencias capitales, te dan indicativos de que existen mejores
opciones para pasar el tiempo sin tener que desgastarnos en pensamientos
abstractos, es curioso que en algún momento de nuestra historia la lectura y
redacción se privilegiara al grado de ser una facultad propia de la
aristocracia occidental, pensada para transmitir sabiduría, cuando esta misma
tenia valor en un mundo lleno de preguntas sin responder.
Los rastros dejados por la
historia reflejan que el mundo dominado por las letras se volvió a través del
tiempo en un recurso indispensable, pero en la actualidad, con la celeridad de
la tecnología y el adormecimiento de las actividades urbanas, núcleo de los
persistente grupos lectores, se le ha convertido en un instrumento relegado,
considerado en incontables situaciones como una obligación requerida por
escolares, una práctica tediosa y poco práctica para los adultos, o un tema
ajeno para los más jóvenes y no podrá ser para menos, los libros han estado
para nosotros como uno de los recursos de registro más antiguos del mundo,
arcaico desde el punto de vista subconsciente de la cultura posmoderna, lejos
de compararse con los avances tecnológicos actuales.
No obstante y tal como se
cita en un principio, prevalecen personas persistentes en sustentar dicho
legado, porque la integración de la lectura constituye la construcción de la
identidad misma, una existencia desarraigada de la banalidad, la pereza y la
mediocridad del pensamiento, es la empatía del otro, la raíz de nuestra
comprensión personal y el devenir histórico de la sociedad; como un frente
unido inamovible hacia el rescate y preservación, las personas en el mundo de
las letras, elaboran narrativas llenas de significado que busca ser compartido,
analizado y comprendido, con el fin de que la palabra continúe siendo la
materialización de la idea intangible.
Creer que se trata de lograr
tendencias podría ser el más descabellado de los errores, la fama no produce
otra cosa que el desprestigio del pensamiento complejo, pierde el sentido en la
incesante necesidad de aceptación colectiva; la redacción de una narrativa se
traduce como el irrepetible sacramento que responde al entendimiento intangible
sistematizado por un conjunto de letras que forman palabras, lo que crea
conceptos estructurados por oraciones, agrupando ideas a través de párrafos,
acarreando mejores forma de concebir el mundo a partir de textos.
Si ha de existir una razón para volver a tomar la pluma, unirte a
esta causa o no desistir de ella, será por que habremos de estar conscientes,
que al final del día, en algún punto de la semana o el transcurso de cualquier
año, llegaremos al pensamiento de una persona que lejos de encasillar el texto
en un valor monetario, habrá cualificado la calidad del pensamiento descrito.
LA BODA, EL FORASTERO Y UN “ONCE UPON A TIME…”
Había un incontrolable ajetreo motivo de un tradicional evento, era una calurosa mañana del quinto día de la última semana de Julio en una...